A 12 años de su muerte, recordamos a aquel guardameta que fue parte del Campeonísimo Guadalajara
El Club Deportivo Guadalajara, a lo largo de casi 114 años de su fundación, ha contado con grandes figuras que han defendido la filosofía e historia de la institución dentro del terreno de juego.
El caso del campeonísimo Jaime “Tubo” Gómez es peculiar, porque no solamente defendió a sus amadas Chivas Rayadas evitando goles de los equipos contrarios (seis títulos de Liga lo avalan), sino también lo hizo en otras disciplinas deportivas y atrás de una máquina de escribir.
De sangre colimense, pero tapatío de corazón, Don Jaime se distinguió por su habilidad en el balompié en la portería, así como en el baloncesto y voleibol. Los colores rojo y blanco del Guadalajara, el azul y oro de la Selección Jalisco e incluso el verde, blanco y rojo de la bandera mexicana fueron estandartes en su vida.
Uno de los episodios más recordados por “El Tubo” fue el 24 de abril de 1955 en el Parque Oblatos, donde se sentó a leer una historieta recargado en uno de los postes de la portería tras el nulo ataque del Atlas, dicha acción fue plasmada en una fotografía que sigue vigente entre los aficionados hasta nuestros días. Aquel encuentro terminó 5-0 en favor del Guadalajara.
“Los fanáticos del Atlas me empezaron a fastidiar, en aquella zona numerada del Parque Oro, donde se veían las caras de la gente. Entonces dije: ‘Quieren pleito, les haré algo que les duela para toda la vida’”.
“A un aficionado de sol le dije: ‘préstame tu cuentito’. Cuidé que el árbitro que no me viera, si no me expulsaba, y en ese momento me siento, me pongo en modo de lectura y me toman la foto. Todavía no se la acaban después de 50 años”, dijo alguna vez Don Jaime en una entrevista en 2006.
De la portería a las letras
Jaime Gómez defendió al Rebaño Sagrado hasta las letras. En un texto llamado El monumento a la mentira, escrito en 2004, negó la veracidad de un partido en el que Atlas derrotó al Guadalajara por 18-0 en 1917, ya que no existe ningún documento de la época que avale aquel resultado. Dicho título se debe a que en el Club Atlas Colomos existe una placa conmemorativa de dicho encuentro.
Asimismo, en 1997 presentó su libro Chivas: la historia oficial del Guadalajara, ejemplar que desde hace varios años está agotado y es muy difícil encontrar.
Para saber:
Su apodo del “Tubo” es debido a su fuerte pegada al balón con las manos cuando practicaba voleibol, mote que llevaría con orgullo durante el resto de su vida.