A 46 años de la caída de la dictadura en Portugal, recordamos las horas de angustia del Sporting Clube, mientras la gente celebraba el golpe de estado en las calles de Lisboa
Este sábado se conmemora el 46 aniversario de la Revolución de los Claveles en Portugal, un golpe de estado organizado por jóvenes militares, mismo que puso el fin a la dictadura que prevaleció en aquel país por cuatro décadas y fuera restablecida la democracia en aquel país.
Mientras los lusitanos salían a las calles a celebrar el derrocamiento de la dictadura impuesta por António de Oliveira Salazar y comandada los últimos seis años de la misma por Marcelo Caetano, los jugadores del Sporting Clube de Portugal comenzaba una odisea desde Alemania del Este para regresar a Lisboa aquel 25 de abril de 1974.
Todo comenzó la noche anterior en el estadio Ernst Grube, ubicado en la ciudad de Magdeburgo, en la extinta República Democrática de Alemania, donde el equipo verdiblanco fue eliminado de la extinta Recopa de Europa ante el Magdeburg FC, al caer por 2-1 (3-2 global), conjunto que sería el futuro campeón del torneo.
Cabizbajos por no lograr el pase a la Final, los Leones iniciaron su travesía. De acuerdo con el diario La voz de Galicia, los jugadores y cuerpo técnico se enteraron del golpe de estado justo cuando cruzaban el Muro de Berlín a bordo de un autobús gracias al guía alemán que había escuchado la noticia en la radio; sin embargo, nadie del equipo mostró atención a ello.
Los problemas para el Sporting comenzaron dentro de la Alemania Federal, en la ciudad de Frankfurt, al enterarse que el Aeropuerto de Lisboa estaba cerrado, por lo que se cambió de destino a Madrid y se improvisó una ruta para llegar a Portugal.
Al llegar a la frontera, no hubo éxito para ingresar a su país, por lo que tuvieron que pasar la noche en un hotel con pocas habitaciones, por lo que acordaron que los privilegiados de tener un colchón fueran los jugadores que habían tenido actividad, y así recobrar fuerzas para el partido de Liga del domingo.
Al día siguiente, gracias a “contactos”, pudieron cruzar la frontera. Días después, el Sporting alzó con la Liga y la Copa de Portugal, los primeros títulos después de la dictadura, mismos que marcaron una nueva era en la sociedad, así como en el balompié del país lucitano.